La campaña sigue. Y el viernes nos fuimos a desayunar al barrio de Pueblonuevo, concretamente al Bar Moreno, un bar cuya brasa es muy concurrida y cuyo dueño es simpatizante nuestro. Además de probar unas caretas de cerdo, secreto ibérico y chorizo espectaculares, pudimos hablar con vecinos sobre la situación política de la ciudad y la necesidad de cambiar muchas cosas. Rafael, que es el dueño y currante del Bar, nos hace una campaña brutal.

Por la tarde instalamos la carpa en la plaza del Ayuntamiento, e hicimos la primera naranjada de la campaña, ofreciendo nuestra vitamina C’s, que como dice nuestro alcaldable, es una declaración de intenciones más allá de un vaso de zumo. C de coherencia, C de Cambio y C de confianza. El recibimiento fue inmejorable, además era la primera carpa donde ya teníamos los votos y mucha gente se acercó para llevárselos. Curiosamente cerca estaba la carpa del PSC, y mientras la nuestra estaba muy concurrida, la suya recibía pocas visitas. Al finalizar la carpa, me fui al local de la agrupación andaluza de San Sebastián de los Ballesteros donde realizaron la charla “Cuando el pan no engordaba” y posteriormente hicimos un pica pica.

El sábado fue día de carpas, por la mañana en los Merinales, y por la tarde frente al Corte Ingles. Por la mañana compartimos espacio con PSC, PP y CIU, y esta vez además de los testigos de Jehová también había una agrupación cristiana repartiendo propaganda, cosa que confundía a la gente. Me acerqué a una señora para darle información y me contestó que ya le había informado mi compañera pero que lo lamentaba porque no era creyente, resulta que mi compañera era la de la carpa de la agrupación cristiana. En fin, anécdotas de campaña.

En las carpas te encuentras a esas personas que te dicen que somos su última esperanza en política, así que como decía Luther King “si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano”. A seguir con esperanza e ilusión en esta última semana de campaña.

 

naranjada