C’s por una reprogramación inmediata para finalizar esta infraestructura.

   No todo el mundo está de acuerdo con nuestro posicionamiento (que a diferencia de otros, es igual en todos los municipios afectados), pero también sabemos que una inmensa mayoría quiere acabar esta vía.

   En este caso se produce la siguiente paradoja: no dejamos de reclamar inversiones “estatales” y, una vez programadas y dotadas presupuestariamente, se trabaja para impedir por todos los medios el que se puedan ejecutar. Surrealismo en estado puro.

   Desde nuestra formación consideramos básica esta infraestructura. Con un trazado de unos 60 km, la B-40 servirá a más de 15 municipios de manera directísima y a una población ligeramente superior a los 750.000 habitantes, el 10 % del total de Cataluña. La capacidad de vertebración por esta carretera de la segunda corona de Barcelona es máxima, evitando tener que acceder a otras ya existentes hacia Barcelona cuando el destino está en dirección contraria. Rehuir del carácter radial de las ya existentes mediante una nueva pata que la convierta en una malla isotrópica, realzando los diferentes centros de actividad del territorio.

   A nivel comarcal, acabarla supondría una descongestión de las vías C-17, C-58, B-30, A-2 Y A-7.

   A nivel municipal y por lo que a Sabadell respecta, permitiría una conexión directa con la A-2 y con la C-32 y la N-II, generando un enlace directo con las principales poblaciones del Vallès Occidental y Oriental. Junto con la ronda Oeste (y su prolongación, por hacer, hasta la B-124, carretera de Castellar-Sant Llorenç Savall) y la Gran Vía (sin descartar una posible ronda Este), Sabadell tendría un conjunto de vías rápidas que posibilitarían la descongestión del tráfico interior de la ciudad.

   El beneficio que repercute esta obra es económico y también social, con un menor consumo de combustible y disminución del estrés a la ciudadanía en interminables colas en carreteras congestionadas. Porque el objetivo es tener carreteras que permitan una comunicación fluida.

  El trazado es lógico, aunque se debe acondicionar para que el impacto (inevitable) sea el menor posible, claro que sí; pero lo que no se puede es paralizar y dejar en el olvido esta obra que es fundamental. La que se lía en el Vallès a determinadas horas es insufrible. Urge una reprogramación inmediata para su finalización, que mejoraría de manera concluyente la movilidad y la calidad de vida de los ciudadanos.