C’s se pregunta cuál es sino el objetivo cultural de la nueva versión independentista dels pastorets, tanto en su versión para adultos como, infantil, con el patrocinio del Ajuntament de Sabadell.

   Una vez más y como tristemente viene siendo habitual, parece que reivindicar que se imponga el sentido común, se está convirtiendo en algo revolucionario. Y si ese sentido común brilla por su ausencia en casi todas las áreas de la administración pública catalana, también se echa de menos en la oferta cultural en todo el territorio catalán y en nuestra ciudad.

    Solo hace falta echar un vistazo a la oferta cultural que ofrecen tanto compañías privadas como las opciones que se dan en espacios municipales para ver que la oferta en castellano es muy escasa o prácticamente nula. Con lo que, la población castellanoparlante (el castellano es lengua materna de casi el 70% de los ciudadanos de Sabadell según idescat) en edad adulta o infantil, tiene vetado el acceso tanto a la educación como a la cultura en su lengua, siendo ésta última, recordemos, lengua oficial en Cataluña junto al catalán y siendo además el acceso a la misma un derecho para los niños en nuestra comunidad.

    Y si ya no fuera suficiente con esto, asistimos a la politización de estos espectáculos. Así lo hemos comprobado en la última versión de una obra tan neutra y de difícil reducción nacionalista como Els Pastorets. Pues bien, hemos comprobado cómo esta obra, que se ha interpretado en “la Sala” (antiguo Miguel Hernández) y en el Teatre Sant Vicenç, por dos compañías diferentes, permite ver escenas tan extremadamente sugerentes en su versión infantil, como la interpretación de canciones en las que se pide el parece que navideño deseo de que “España les deje votar para ser un Estado propio” o como en el escenario se alzan unos “castells” portando l’anxaneta una estelada que muestra a los espectadores. Dos sencillos y evidentes ejemplos de lo que repetimos, es una obra infantil. Una muestra más del uso adoctrinador de la cultura en Catalunya.

    Partiendo de la base de que somos corresponsables fiscales de ese espectáculo, en lamentables mayúsculas, ya que parte de nuestros recursos van a parar a estas espeluznantes fórmulas de provincianismo cultural que se aleja años luz de nuestra visión cosmopolita, plural y diversa de lo que debe ser la cultura en nuestra ciudad, pedimos al ayuntamiento que revise su política cultural y comience por tomar medidas con esta obra (ahora ya finalizada) para que no vuelva a representarse en ese nuevo “creativo” formato una nueva temporada.

    Es el PSC de nuestra ciudad el que permite que esto ocurra con total impunidad, así lo ha venido permitiendo durante mucho tiempo, pero le recordamos que su política de hechos consumados, de mirar hacia otra parte en todos estos temas, no es más que un episodio de su incapacidad para definirse en unos aspectos que deberían regirse por el simple sentido común: La neutralidad de lo público. C’s va a hacer de ese valor esencial, fundamento en el que se sustenta la libertad, una radical defensa. Y en ello podemos afirmar que no vamos a ser ambiguos.