C’s se presentará a las próximas elecciones municipales en Sabadell. Así lo decidió hace unas semanas la asamblea local de la agrupación de C’s en Sabadell. Puede parecer algo previsible, pero no lo es.
Incidir en la importancia de que un proyecto para alcanzar el éxito se debe trabajar durante cierto tiempo, puede resultar una reiteración obvia sin valor alguno. Pero cuando el punto de partida fue una hoja en blanco, cuando todo estaba por construir, cuando los objetivos que nos planteamos son fruto de la más evidente ilusión, el poder valorar el trabajo realizado estos años creo que es vital y como afirmaré después, hacerlo desde un punto de partida libre de presiones, de ataduras y de hipotecas, lo es casi más.
C’s se ha construido en nuestra ciudad desde precisamente la ilusión de aquello que está aún por hacerse, a partir de un proyecto planteado en 2011 y obviamente, como resultado de la implantación de un partido que nació en 2006.
Y ese proyecto ha madurado precisamente en uno de los momentos en que más necesario resulta, en medio de una tormenta de pretendidos conflictos identitarios, y justo cuando nuestra ciudad lleva tiempo deseando salir del ojo del huracán de lo que creemos que nunca debería ser o haber sido la política. Es decir, justo cuando desde la ciudadanía se demanda un proyecto de ciudad, nuevas propuestas, una nueva fórmula que estimule definitivamente la implosión del punto de inflexión que llevamos mucho tiempo buscando.
Las antiguas formas de hacer política se pueden ver cada primer martes de mes en el pleno de Sabadell. Un mínimo seguimiento de su actividad lo revela de manera evidente, ¡pero ojo! Tanto en el equipo de gobierno como en la oposición, es así como los niveles de demagogia cainita de la oposición ha llegado por momentos a ensombrecer los más álgidos efluvios del bustismo, acercándose a sus fórmulas populistas, todos con un único propósito, el poder, o tal vez, ni tan siquiera eso, puede que solo sea una cierta y vieja inercia, pero casi nunca con la ciudad como proyecto.
Y no hablo de esta última época, en la que el barro mercurial ha lanzado decididamente a unos y otros a la desesperada carrera del ahora o nunca, sino de épocas previas. Pondré un ejemplo y con ello entraré en el que sin duda será uno de los ejes esenciales de nuestra acción política municipal en el futuro próximo. Mayo de 2012, C’s pide a través de los medios, la necesidad de que se firme un pacto anticorrupción en Sabadell, nadie nos contesta, a nadie le preocupa, o a nadie le conviene, porque una de las fórmulas de lo que muchos ya denominan “antiguo régimen” es precisamente actuar solo si se va a obtener un rédito político, pues bien: Noviembre de 2012, estalla el caso mercurio.
Supongo que al final es precisamente ser algo que acaba nacer, lo que te hace comprender que lo obvio para unos, para otros no lo es, o es eso, o como me congratula saber que realmente ocurre, la fortaleza que ofrece el ser un nuevo proyecto es que no tienes hipotecas que te impidan proponer cosas que en boca de algunos otros suena a mofa. Pues bien, es desde esa irrefutable verdad, desde la falta de hipotecas, la falta de deberes contraídos y falta de odios arrinconados, desde la cual se puede ofrecer un proyecto de regeneración que incluya una propuesta así.
C’s Sabadell tendrá como esencial eje programático para nuestra ciudad todo un conjunto de propuestas de regeneración democrática, transparencia, participación y racionalización de la administración pública, porque podemos hacerlo y porque somos prácticamente los únicos que podemos hacerlo sin tener que desviar la mirada ante los ojos de unos ciudadanos cada vez más exigentes. ¿Qué tendrá de esencial? Todo. Será una de nuestras líneas rojas infranqueables, que no cruzaremos y esto es de vital importancia decirlo ahora y volver a decirlo cuando algunos pretendan convencernos de que tracemos con ellas nuestro Rubicón personal y las abandonemos.
Esta ciudad no puede seguir perdiendo la oportunidad de establecer los cimientos de la que debe ser una nueva forma de entender e implementar la política, que eleve la importancia del comportamiento moral del representante público como lo que es, un ciudadano que representa a aquellos que le otorgaron su confianza, que se plantee objetivos de ciudad a largo plazo, no desorientadoras fórmulas cortoplacistas que tengan como objetivo el efímero aplauso, una forma de hacer política que eleve el acuerdo, el consenso, el diálogo, sobre la cainita pulsión del odio irreconciliable (algo que algunos partidos de la oposición como Entesa ya nos han mostrado sin el más mínimo rubor democrático), una política que puede ser la vacuna a las redes de clientelismo asociativo subvencionado a la que tan acostumbrada está nuestra ciudad (y Catalunya) y que durante mucho tiempo ha servido de punta de lanza con la que llegar a la alcaldía al ya exconcejal Bustos (tampoco fue él un caso único en Catalunya o en el resto de España, ni el PSC las únicas siglas del mal hacer).
Esta ciudad puede acabar con una gestión ineficiente, origen de una deuda insostenible, basada en la externalización de algunos servicios que a día de hoy podrían internalizarse no sin esfuerzo y voluntad de cambiar unos modelos que han sido objeto de codicia, a un coste mucho menor, que debería a su vez eliminar buena parte de sus cargos de confianza, que no son más que la respuesta a esas hipotecas que repito, algunos no tenemos. En definitiva, esta ciudad podría racionalizar su administración, hacerla más eficiente, y transparente.
Una transparencia de la que uno se puede olvidar en cuanto entra en la página web del ayuntamiento y se pregunta por ejemplo, ¿cómo puedo conocer el detalle de algunas partidas presupuestarias? Aconsejo a cualquier ciudadano de nuestra ciudad que lo intente. Transparencia, pues, que se debe acompañar de unos niveles de participación mucho más elevados.
Hoy que tanto se escucha la letanía del falso queremos decidir, sin tener en cuenta que hace muchos años que se podía haber exigido (tripartitos incluidos por medio), podemos decir desde C’s, como ya decíamos hace 8 años, que queremos decidir abiertamente en todo aquello que como administración podemos decidir. Y lo queremos hacer mediante fórmulas sencillas, abiertas, seguras, que ya se utilizan en otros lugares del mundo.
Sí, C’s estará presente en la próximas elecciones municipales, y será una propuesta de cambio global, que irá más allá de lo aquí expuesto, pero creo que con esta primera aproximación a uno de los ejes esenciales de nuestras propuestas, se puede afirmar que estaremos con el descaro que requieren estos tiempos, y junto al sentido común que impera entre nuestros conciudadanos, frente al cainismo del rojo contra el azul, y de aquellos que consideran nuestra ciudad como una pieza más de su tablero “nacional” o la valoran como un arma que arrojar al alma de la identidad del que no comparte sus elucubraciones tribales.
Joan García González
Coordinador C’s Sabadell