El 20 de noviembre los españoles tendremos que escoger a nuestros representantes en Las Cortes, posiblemente en la situación económica y política más delicada de nuestra democracia. Y tal y como han funcionado las cosas desde la mayoría simple de González en el 1993, los nacionalistas, por pactos en el Congreso o en CCAA con PSOE y PP, se pueden convertir nuevamente en los árbitros que condicionen negativamente la política nacional. Un país con una grave crisis económica, con el riesgo de intervención en el cogote y una crisis de confianza de los ciudadanos en una asfixiante partitocracia no puede seguir avanzando en conciertos económicos, levantamiento de fronteras o fragmentación del mercado, y permaneciendo inmóvil ante las reformas democráticas que la mayoría de españoles reclaman. Es más necesaria que nunca una tercera vía constitucionalista, reformista y fuerte como parte de la solución a la dinámica de los últimos 18 años.
Si nos unimos todos los ciudadanos que no nos sentimos ni «rojos» ni «azules» ni somos nacionalistas, y que creemos en la igualdad de todos los españoles ante la ley, la defensa de las libertades constitucionales en cualquier rincón de España y la necesidad de abordar reformas democráticas como la ley electoral o un pacto anticorrupción, podríamos convertirnos en una bisagra positiva que defendiera el interés general de todos los ciudadanos en vez de intereses locales o la independencia de un territorio como han hecho hasta ahora los nacionalistas, dando estabilidad a un futuro gobierno en cuestiones esenciales de estado en un momento delicado y forzando mejoras en nuestro sistema democrático.
En Ciudadanos hemos decidido, por responsabilidad y por la voluntad de aportar nuestras ideas al futuro del país, que solo concurriremos a las elecciones generales si unimos esa tercera vía —al menos con UPyD— capaz de dar un giro de 180 grados a la situación a la que la partitocracia del bipartidismo y los nacionalismos nos han conducido durante dos décadas. Espero que todos los que formamos ese espacio político y ciudadano estemos a la altura. La ocasión lo requiere.
Artículo de Albert Rivera en el diario ABC